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Las organizaciones de mujeres denunciaron ayer que el Fujimorismo y su candidata presidencial mienten cobardemente en el afán de negar o minimizar la esterlización masiva y forzada de mujeres durante la dictadura Fujimorista, que mutiló la maternidad de 300 mil mujeres humildes, en su mayoría indígenas andinas.
"Hay dos mil casos denunciados e investigados por el Ministerio Público y que fueron archivados, no porque no hubiera evidencias de abusos y delitos, sino por prescripción; y ahora se está presentando la denuncia ante la Comisión Interamericana de derechos humanos para revertir la prescripción, porque es un delito de lesa humanidad", dijo.
Maccasi enfatizó que no es suficiente el pedido de disculpas que, ante la indignación ciudadana, se ha visto obligada a pedir Keiko, sino que debería hacerse justicia y la respectiva reparación a miles de mujeres que fueron lesionadas y sancionarse a los responsables políticos.
"Si ella misma está pidiendo perdón es porque tiene plena conciencia de que hubo una infracción a los derechos humanos, pero no basta el perdón ni las disculpas, lo que se tiene que pedir es que haya justicia, sanción y reparación", acotó.
También desmintió al Fujimorista Rafael Rey y sostuvo que las organizaciones femeninas Cladem, Flora Tristán, Demus y el Movimiento Manuela Ramos, siempre denunciaron estas campañas de esterilizaciones forzadas ante el Congreso de la República, el Ministerio Público y ante el propio Ministerio de salud.
Investigación
Victoria Vigo, una de las miles de mujeres afectadas por las esterilizaciones forzadas, dijo a LA PRIMERA que la candidata de Fuerza 2011 tiene que demostrar la sinceridad de su arrepentimiento, dejando que investiguen a los responsables políticos, entre los que están sus más cercanos colaboradores.
"Yo le digo que las disculpas vienen añAdidas a algo. Debió decir: yo lo voy a investigar, yo voy a saber si es verdad con más profundidad. Yo hablé con tal persona, me ha dicho que está archivado. Lo que debería hacer es dejar que investiguen a los responsables, así caigan sus allegados como Aguinaga y Costa Bauer", remarcó.
Vigo explicó la forma como padeció la esterilización sin su consentimiento y dijo que en vez de ligarle las trompas las dejaron mutiladas, violando su integridad física y sus derechos humanos.
"Yo fui a dar a luz a mi bebé al hospital regional de Piura, tenía 32 semanas de gestación, mi hijo muere a las18 horas y entré en un estado depresivo como es normal. Al día siguiente, el médico vino a preguntarme por qué estaba así. Me dijo que no llorara, que era joven y podía tener otro bebé".
"Uno de los internos dijo: la señora ya no puede porque está esterilizada. Se quedaron callados y se fueron. Yo me fui y en la historia no se registró que yo estaba esterilizada. Me hicieron un examen más profundo para tener un bebé y me dijeron que las trompas estaban mutiladas y no ligadas", declaró.
Habla Ollanta
El candidato presidencial de Gana Perú, Ollanta Humala, por su parte, volvió a condenar la política de esterilizaciones forzadas del régimen de Alberto Fujimori, que arrebató el don de la maternidad a más de 300 mil mujeres.
También manifestó que respeta la decisión de Fuerza 2011 de desautorizar a su vocero y candidato a LA PRIMERA vicepresidencia Rafael Rey por sus recientes declaraciones respecto a las esterilizaciones, que constituyen una burla a las mujeres afectadas.
Señaló que las palabras de Rey, quien dijo que las esterilizaciones "no fueron contra la voluntad, sino sin su voluntad", serán interpretadas por "el elector, ese bolsón de indecisos".
"Yo respeto las decisiones internas del partido que está compitiendo con nosotros, pero lo fundamental acá es que se ha hecho un daño irreparable con más de 300 mil mujeres que hoy día no pueden ejercer su derecho de ser madres o volver a ser madres y eso fue sin su consentimiento y eso es una vergüenza, es un daño irreparable", refirió.
Por su parte, la asesora legal del Estudio para la Defensa y Derechos de la Mujer (Demus), María Ysabel Cedano, pidió a Keiko Fujimori que separe a su asesor Marino Costa Bauer y a su vocero Alejandro Aguinaga como un gesto político de respeto a los derechos de las mujeres, ante el temor de que estos personajes vuelvan a ocupar la cartera de salud en un posible gobierno del Fujimorismo.
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