sábado, 31 de octubre de 2009

EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ Y LA LUCHA DE LAS MUJERES - imagesrrr.jpg

Mensaje

: HACIA EL VIII CONGRESO NACIONAL. RECUPERANDO LA TRADICIÓN INICIADA POR MARIÁTEGUI. Queridos camaradas, amigos, amigas, en estos meses que marchamos hacia el VIII Congreso Nacional del Partido, debemos recordar el compromiso de los fundadores del Socialismo en el mundo y en nuestra patria con la lucha de todos los explotados y oprimidos de la tierra, y particularmente por hacer realidad la igualdad, dignificación y emancipación de la mujer. Han existido y existen avances extraordinarios en torno al objetivo de lograr la igualdad de géneros, el desarrollo y el avance cultural de las mujeres en los países que instauraron el socialismo en sus diversas modalidades, y en los que hoy persisten en ese camino, como es Cuba, China, Vietnam, Corea, y Venezuela. Hoy pueden exhibir grandes logros en este campo, así en Cuba donde las mujeres son 65,6 % de los profesionales y técnicos del país, y la cobertura médica de la familia alcanza el 99,9 por ciento de partos en instituciones médicas; como en China hace pocos años las mujeres representaban ya el 43,6 por ciento del número total de profesionales y técnicos en las empresas estatales y las instituciones a nivel nacional; como en Venezuela donde las amas de casa de los sectores populares reciben un sueldo, y las mujeres pueden acudir a 39 Tribunales especializados para hacer sus denuncias contra toda forma de violencia. En nuestra región, las mujeres en la última Cumbre de la Alternativa Bolivariana para América Latina ALBA, han resumido esta esperanza y gran tarea en la consigna: por el ¡ALBA un nuevo amanecer para nuestros pueblos con igualdad para las mujeres!, avances se plasman jurídicamente en las nuevas Constituciones de Bolivia, Venezuela, y Ecuador. El informe a nuestro VIII Congreso llama a mantener en alto las banderas del Socialismo y seguir el camino abierto por José Carlos Mariátegui, ello significa, entre otros temas trascendentes, recuperar la tradición mariateguista, en la teoría y en la práctica, impulsando y abriendo espacios a la participación de la mujer, promoviendo y desarrollando su conciencia social y de género, reconociendo su rol protagónico en el proceso revolucionario, y su capacidad de decisión por derecho propio. José Carlos Mariátegui abrió las páginas de Amauta y Labor a las voces femeninas, grandemente creativas en la literatura, la plástica, el periodismo, allí están Angela Ramos, Magda Portal, María Wiesse, Dora Mayer, Blanca Luz Brun, Blanca y Alicia del Prado, Miguelina Acosta, Julia Codesido, entre muchas otras. Recogió el sentir y las reivindicaciones de la mujer trabajadora, recomendó a la CGTP abrir espacios y crear secciones especializadas para la mujer; reconoció la diversidad étnica y cultural del pueblo en el programa del Partido. Y dentro de su drama personal y su muerte temprana, diremos como en los versos de Angela Ramos: "Por sobre su misería física, su risa extendida como un sol. Risa que alumbró todos los caminos, que iluminó todas las inteligencias, que confortó todos los corazones". Como dije en otra oportunidad, debemos retomar la Ética Revolucionaria y promover una Nueva Cultura Política, recuperando el ejemplo de vida de Mariátegui y de muchos revolucionarios que dieron su vida por construir un mundo mejor, nos referimos a nuevas formas, ideas, sentimientos y valores que deben redimensionar las relaciones políticas, dentro y fuera del partido, con las masas, constituyendo una nueva dimensión espiritual del ser humano. Por ello, apreciamos también al gran revolucionario Comandante Fidel Castro cuando dice "Las ideas políticas de nada valen si no hay un sentimiento noble y desinteresado. A su vez, los sentimientos nobles de la gente de nada valen, si no hay una idea correcta y justa en que apoyarse." Es indispensable recordar en este proceso hacia el VIII Congreso, el sobresaliente papel de las mujeres en la reconstrucción del partido y en los movimientos sociales y la lucha política de esa época. La VI y VII Conferencias realizadas en los años 1969 y 1972, sellaron el inicio de una fase de reconstrucción del Partido, constituyéndose el PARTIDO COMUNISTA DEL PERU- PATRIA ROJA, urgidos por el ascenso de la lucha social en curso, en esos eventos se dieron las bases teóricas para la reelaboración del programa, la retoma de Mariátegui, y la actitud de pensar con cabeza propia en la lectura de los problemas nacionales y sus alternativas, asimismo de dieron las orientaciones prácticas para el trabajo con los sectores básicos de la producción, el movimiento laboral, magisterial, estudiantil, así como la dirección de la lucha férrea contra el autoritarismo, la represión, y la Dictadura de Morales Bermudez. En esas circunstancias históricas, cientos de miles de mujeres maestras, trabajadoras, campesinas, estudiantes, como parte del pueblo, tomaron conciencia y se volcaron a la lucha reivindicativa, democrática y patriótica, con heroismo, convicción y solidaridad, enriqueciendo a nuestro partido con sus millitantes más destacas. ¡Ellas son las auténtica heroinas de las gestas populares! Esta estirpe de luchadoras sociales inclaudicables, de mujeres comunistas e izquierdistas, militantes, activistas, madres, esposas, hijas, hermanas que participaron, comprendieron y solidarizaron con la lucha de los desposeídos, explotados y oprimidos de nuestra patria, desde el trabajo legal o el clandestino es la tradición que debemos recuperar como parte de la historia y como ejemplo a seguir. Allí se forjaron mujeres de convicción, de acción y de solidaria ternura como Alicia Rojas Huaroto, Carmen Caldas Benavides, Maximina Valleumbrosio, María Suarez Ancaya, Sabina Gamez, Asunción Vásquez, Teódula Alvarado madre de nuestro héroe Ledgard Muñoz, más tarde Carmencita Antezana, y como ellas miles de mujeres que dejaron un legado imperecedero a las siguientes generaciones que aún se encuentran en la fragua de la lucha política. ¡¡ A ellas nuestro eterno reconocimiento!! Debemos decir también que toda apologética es un autoengaño, y estamos en el deber de reflexionar y hacer un balance para seguir hacia adelante, siendo el VIII Congreso una ocasión inmejorable. Aún tenemos déficits en el trabajo con las mujeres y en otros varios aspectos, que sólo podrán solucionarse con una mejor comprensión de las identidades múltiples y sus legítimas aspiraciones, como son las de género, de etnia, de los pueblos originarios, y su búsqueda de igualdad, inclusión, reconocimiento, desarrollo y derechos, contra todo tipo de opresión y discriminación, todo lo cual enriquece la lucha social y de clases y hace avanzar el proceso de cambio revolucionario. Necesitamos acciones prácticas para impulsar la participación de estos sectores, en el caso de las mujeres, crear una nueva cultura de relaciones democráticas, de paternidad responsable, de apertura de espacios para que desplieguen todas sus capacidades, desterrando la cultura patriarcal y machista que aqueja a la sociedad y a muchos hombres y mujeres cercanos y lejanos. Quiero terminar con una reflexión de la gran revolucionaria cubana Vilma Espín que organizó la Federación de Mujeres Cubanas: "La mujer ha encontrado la libertad en el Socialismo, pero la libertad no sólo significa ausencia de presiones, sino libertad de decidir …. Y las mujeres demostraron que constituían, como decía Fidel una fuerza decisiva para la revolución". ¡¡POR UN VIII CONGRESO DE UNIDAD Y REAFIRMACIÓN!! ¡¡POR UN PERÚ NUEVO DENTRO DE UN MUNDO NUEVO!! ¡¡POR IGUALDAD, DIGNIFICACIÓN Y EMANCIPACIÓN DE LA MUJER!! ¡¡VIVA EL PUEBLO Y LAS MUJERES PERUANAS!! 30 de Octubre del 2009 Lourdes Bruckmann Falcón
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