viernes, 1 de febrero de 2008


El "olvido" de la mujer
Narciso Isa Conde(*)


El peso determinante sobre las mentes y los corazones de los hombres que han dominado las estructuras dirigentes y de base de las izquierdas y de los movimientos populares, y del predominio de la concepción patriarcal que ha dominado la historia de la humanidad hasta la fecha, le ha restado autenticidad emancipadora a las luchas que se han librado y ha contribuido a disminuir y a bloquear energías redentoras de las mujeres Y de los componentes femeninos de las diversas clases explotadas, excluidas o afectadas por el gran capital.
La izquierda, dolorosa e injustificadamente, ha sido machista.
Desde el "olvido" por Marx de la cuestión femenina hasta el desprecio de los varones revolucionarios por el significado desgarrador de la doble opresión de la mujer, pasando por una persistente doble moral frente al tema, la izquierda en gran medida salvo ciertas excepciones y no pocas proclamas formales y hasta hipócritas- ha despreciado el contenido de justicia que encierra, junto a la emancipación de las clases y sectores explotados, la liberación femenina.
Un enorme potencial liberador ha sido desatendido, menospreciado y no pocas veces golpeado y vejado.
La relegación de las demandas de género, la exclusión y discriminación en las instancias mixtas, la aplastante mayoría numérica masculina, la exclusión del lenguaje, el maltrato o la subestimación de las compañeras, el maltrato en el hogar, la constante reproducción de las ideas y prácticas patriarcales, ha copado las filas de las izquierdas y ha provocado costuras segregaciones de los movimientos femeninos y feministas que se han venido conformado y potenciando
Más allá de cierta legislación favorable y de ciertos discursos formales, la discriminación estuvo y está presente en procesos revolucionarios y en las llamadas "sociedades socialistas".
A duras penas, con muchos sacrificios v amarguras, los movimientos feministas logran perforar o debilitar limitadamente esa coraza machista que autoprotege una de las dominaciones más antiguas de la sociedad humana.
¿Cuántos "cuadros" valiosos le han restado esa actitud y esa concepción a nuestro movimiento? ¿Cuántos destacamentos combativos han sido bloqueados? ¿Cuántas potencialidades emancipadoras han sido despreciadas?
Las mujeres del mundo siguen cargando con el mayor peso de la opresión, reforzada en la vía neoliberal con mayores índices de pobreza, con más precarización del trabajo, y con más feminización de la fuerza de trabajo sin que hayan sido liberadas de doble jornada: una mal pagada (la remunerada) y otra sin sueldo (la doméstica).
Crece la paternidad irresponsable, crece el número de madres solteras.
Crecen, dentro de un sistema que convierte todo en mercancía la comercialización de su cuerpo y de su imagen y la desgarrador; humillación espiritual.
Es tiempo ya para un viraje serio, profundo, radical de las izquierdas a favor de una inseparable relación entre lucha de clases y emancipación del género femenino.

(*) Político y ensayista dominicano. Combatiente contra el tirano Trujillo y los invasores estadounidenses en 1965. Fue miembro del gobierno en armas que presidió el mártir dominicano Francisco Caamaño Deñó. Ha sufrido carcelazos, persecuciones y exilio por sus ideas. Es autor de unos 20 libros publicados y conferencista invitado en seminarios internaconales de carácter ideológico y político. Dirige y conduce el programa televisivo Tiro al Blanco, en Tele Radio América, en su país.